Echo America 35, prueba en el mar de un walkaround que mezcla tradición e innovación

Hay barcos que revelan una identidad clara a primera vista. La Echo America 35 es una de ellas: líneas esenciales, proporciones equilibradas y un fuerte carácter. No es un diseño pensado para sorprender con formas atrevidas, sino que pretende convencer por su rendimiento y acompañar a los amantes del mar con fiabilidad y sustancia.

La America 35 hereda el legado de la America 30, un modelo que ya marcó un antes y un después con su disposición walkaround diseñada para disfrutar del mar sin barreras. Esa misma filosofía se reinterpreta ahora en clave moderna: una manga más ancha, un mejor aprovechamiento de los volúmenes interiores y soluciones funcionales que hacen que la embarcación sea igualmente adecuada para cruceros familiares o salidas de un día.

Es un walkaround profundamente mediterráneo, nacido en Italia y diseñado en torno a nuestra forma de experimentar la vida en el mar: espacios acogedores tanto en proa como en popa, cubiertas laterales amplias y seguras, zonas de descanso bien protegidas bajo el T-Top, e interiores que permiten estancias más largas a bordo. En otras palabras, un barco construido para el mar, con la sustancia de un diseño que prioriza la estabilidad, la resistencia y la facilidad de uso, sin comprometer el confort y el estilo.

El Eco América 35 en detalle

El America 35 de Echo Yachts revive el concepto del legendario America 30, reinterpretándolo en clave moderna: un walkaround con soluciones prácticas y aspecto limpio. En la popa, hay una plataforma que oculta los fuerabordas y sirve de base para un gran solárium de unos 1,80 metros, que puede elevarse eléctricamente para proporcionar ventilación y acceso a los motores. La plataforma de popa es móvil: además de facilitar el mantenimiento y la sustitución de los motores, puede bajarse unos centímetros por debajo de la línea de flotación, creando una superficie que amortigua eficazmente el balanceo al fondear. En la proa, además de la tumbona, hay dos sofás (uno orientado hacia delante y otro que rodea la proa) con una mesa opcional y varias opciones de sombreado, creando una verdadera zona de convivencia en lugar de un mero lugar de paso.

En medio del barco, el mueble bar con fregadero y placa de inducción hace que la America 35 sea adecuada incluso para largas jornadas de navegación, mientras que el T-Top está bien proporcionado e integra un toldo en popa que proporciona una excelente sombra a la zona de estar. Un detalle interesante son las cubiertas laterales asimétricas: dos escalones a estribor para llegar a la proa y una pasarela plana a babor. Esta inteligente solución libera espacio adicional en el baño y permite abrir un ojo de buey para ventilar.

La consola dispone de un asiento con tres configuraciones, un parabrisas alto y un salpicadero que puede alojar una única pantalla grande o dos pantallas de 12 pulgadas. A la derecha de los mandos hay un panel con todos los botones de servicio al alcance de la mano. Es una configuración coherente, diseñada para la comodidad al aire libre y el fácil manejo, todo ello en poco más de once metros.

Los interiores

Bajo cubierta, el espacio es sorprendentemente luminoso y amplio. El aumento de la manga y el mayor ángulo de proa aportan dos claras ventajas: mayor habitabilidad y un impacto más suave sobre las olas durante la navegación. En proa, puedes elegir entre una cama doble en isla o una dinette convertible en V. En medio del barco, hay un gran cuarto de baño con ducha y WC separados, mientras que bajo los peldaños de la escalera hay una cama transversal adecuada para una pareja o dos niños. También hay un espacioso armario a babor, dos grandes ventanas laterales y ojos de buey que dejan entrar mucha luz natural, con acabados en tonos claros que realzan el ambiente aireado.

Especificaciones técnicas

Prueba en el mar del Echo America 35

Probamos la America 35, propulsada por dos motores Honda V8 de 350 CV, saliendo del puerto de Génova en un día despejado y soleado, con unas condiciones de mar difíciles : olas de aproximadamente un metro que venían de distintas direcciones, dispuestas a hacerse sentir. Condiciones ideales para comprender la verdadera naturaleza de una embarcación.

La primera impresión, nada más salir del puerto, es de gran estabilidad. Las olas golpean el casco, pero la embarcación reacciona inmediatamente: se mueve, absorbe y recupera al instante, sin balancearse ni rebotar. Es una sensación tranquilizadora que revela un casco diseñado para la estabilidad, con el peso concentrado en la parte baja para asegurar el equilibrio y el control.

Cuando empujas los aceleradores hacia delante, la America 35 se pone en el plano con naturalidad: tarda algo menos de 12 nudos en despegar del agua, sin tirones ni subidas repentinas de proa. La aceleración es suave, y la embarcación parece invitar a un manejo tranquilo, aunque responde con prontitud cuando se la empuja con más fuerza. A 2000 rpm, navega a poco más de 8 nudos, consumiendo unos 15 litros por hora, y a medida que aumentas las revoluciones, encuentras el ritmo ideal en torno a 4000 rpm, donde una velocidad de crucero de 25 nudos se consigue con un consumo de combustible de unos 55 litros por hora. Es una velocidad que te permite recorrer millas cómodamente, con la seguridad de un trimado siempre equilibrado y estable.

Lo sorprendente es que el comportamiento no cambia, ni siquiera cuando lo empujas: puedes acelerar o frenar sin que la estela se tense o se extienda de repente,prueba evidente de un diseño cuidadoso. En giros cerrados, la embarcación mantiene su línea sin perder la proa, mientras que en giros amplios nunca se hunde en la parte delantera, manteniéndose suave y serena incluso cuando las olas laterales intentan alterar su ritmo. Es una cualidad poco común que inspira verdadera confianza al timón.

Y efectivamente, cuando decides abrir a fondo las mariposas, la America 35 no decepciona: la velocidad máxima alcanza unos 43 nudos, con pleno control y sin atisbo de nerviosismo. Da la sensación de ser un casco con márgenes generosos, que nunca intimida ni siquiera a los conductores menos experimentados, pero que ofrece auténtico placer a quienes saben aprovechar su suave andar sobre las olas.

Al final, lo que queda es la sensación de una embarcación bien equilibrada, capaz de combinar un rendimiento vivo con una gran estabilidad. La bañera permanece seca, las vibraciones son mínimas, y la vida a bordo fluye con suavidad incluso en mares agitados.

Echo America 35 – Datos de la prueba