EXCESS 14 VIDEO BOAT REVIEW.
Un catamarán de vela con líneas elegantes e innovadoras que encarnan el ADN EXCESS. El Excess 14 está diseñado con una idea inédita en el mercado, tanto en la versión de propietario como en la de chárter.
Una botavara baja, que facilita el trabajo, una resistencia aerodinámica reducida gracias a un francobordo bajo, a lo que se añade una caseta inclinada, un mástil desplazado hacia proa, un bauprés de composite, una estructura optimizada con sandwiches y refuerzos de carbono.
Catorce metros por casi 8 permiten vivir a bordo de este catamarán en total relajación y con mucho espacio. Al entrar en el salón, uno se da cuenta enseguida de los volúmenes y las alturas y, sobre todo, de la luminosidad que invade todo el espacio. El XCS14 ha nacido para sentirse a gusto en todos los ambientes, la cocina en L con una amplia encimera y grandes neveras permite preparar platos refinados durante el crucero. Una gran mesa central tiene capacidad para 10 personas. Las grandes ventanas ininterrumpidas proporcionan una visibilidad de 360 grados.
En la versión de tres camarotes, por un lado tenemos un gran camarote principal con un gran cuarto de baño central, un vestidor, un espacio para una posible estación de trabajo y una cama muy cómoda, a través de la puerta superior podemos obtener una privacidad realmente increíble. Por supuesto, es posible elegir la distribución charter con cuatro camarotes y cuatro baños con duchas separadas.
En cuanto a la superficie vélica, la vela mayor cuadrada es de unos interesantes 83 metros cuadrados, con un solapamiento de génova de 40 metros cuadrados. Si las condiciones lo permiten, podemos izar un Código 0 (opcional) de 72 metros cuadrados en el bauprés.
Lo cierto es que con mayor y Código 0, que en mi opinión es la combinación perfecta en un catamarán, se consiguen 156 metros cuadrados de vela, lo que es excelente para aprovechar las mejores velocidades de navegación de este XCS14.
Todo lo que queda por hacer es navegar y disfrutar del viento en la cara de pie en la proa, en el gran trampolín o cómodamente sentado en la popa, detrás de la timonera que, gracias a su particular posicionamiento, ofrece una visibilidad igualmente panorámica y totalmente agradable.