Invictus ST550, el nuevo icono de Christian Grande

Prueba de mar

En el timón, la primera impresión es la de un puesto de mando moderno y ergonómico , diseñado hasta el más mínimo detalle para ofrecer un control total. La visibilidad, tanto hacia delante como hacia los lados, es prácticamente ilimitada, mientras que los aceleradores, el joystick y las tres grandes pantallas multifunción están dispuestos de forma natural e intuitiva, y lo que es más importante, exactamente donde deben estar.

Impulsan este yate dos motores Volvo Penta IPS 950, que entregan un total de 1.450 CV que se traducen en una aceleración suave y decisiva, confirmando la perfecta combinación entre casco y propulsión. El mar, agitado por un persistente y largo oleaje, no es ningún desafío para el casco del Invictus ST550, que, incluso cuando se enfrenta a olas más altas, nunca golpea, sino que transmite una fuerte sensación de seguridad muy por encima de la media. Planea sin esfuerzo a sólo 13 nudos, y el crucero a 17-18 nudos ofrece un sorprendente nivel de confort, con suavidad y estabilidad. A 20 nudos, el barco revela su lado más equilibrado, con un bajo consumo de combustible y un ritmo ideal para un crucero relajado. Llévala a 25 nudos, y obtendrás una velocidad de crucero rápida, perfecta para largas travesías, mientras que con aún más acelerador, la embarcación se estira elegantemente sobre el agua, alcanzando una velocidad máxima de 33,8 nudos.

El rendimiento en los giros merece un capítulo aparte. A pesar de su generoso tamaño -casi17 metros de eslora-, la embarcación maneja giros cerrados a más de 30 nudos con sorprendente agilidad, al tiempo que mantiene una notable estabilidad.

El equilibrio de la Invictus ST550, entre potencia y maniobrabilidad, se traduce en una experiencia de conducción realmente gratificante, que satisface tanto a los que buscan comodidad como a los que ansían un toque de emoción.

El exterior de la Invictus ST550

De vuelta a puerto, el Invictus ST550 revela su verdadera alma de superyate, aunque estemos hablando de un barco de “sólo” 17 metros. La gran dinette de popa, con su sofá en forma de U y su mesa central, es una invitación abierta a la convivencia. A la sombra de toldos sostenidos por palos de carbono, se convierte en un auténtico salón flotante,elegante y práctico a la vez. Las terrazas laterales desplegables aumentan el efecto sorpresa, amplían el espacio habitable y dan la sensación de estar a bordo de un yate mucho más grande.

Más a popa, el club de playa impresiona con un enorme garaje para embarcaciones auxiliares de última generación y una plataforma sumergible. Son características que suelen encontrarse en yates más grandes, pero aquí se combinan a la perfección, reforzando el estatus del ST550 como algo verdaderamente extraordinario. Los detalles llaman inmediatamente la atención: la interacción del acero, la madera y los tejidos está ejecutada con maestría, dando como resultado un ambiente elegante y sofisticado que refleja inconfundiblemente el toque de Christian Grande, evidente en cada línea y superficie.

La cubierta de proa, también diseñada al más puro estilo superyate, es otro de sus puntos fuertes. Presenta un gran sofá en forma de C con mesas extensibles, frente a un solárium que puede transformarse en un sofá adicional. Es un espacio modular, perfecto para cenas, cócteles o relajación familiar. Las amplias cubiertas laterales, los altos baluartes y los pasamanos de acero inoxidable garantizan la seguridad de movimiento incluso con mar gruesa, lo que confirma que el astillero se centra en la funcionalidad tanto como en la estética.

El interior de la Invictus ST550

Bajo cubierta, el nivel de artesanía y acabado sigue siendo excepcionalmente alto. El ambiente es a la vez elegante y acogedor, gracias a un refinado uso de maderas, telas y pieles que juegan con los contrastes entre tonos claros y oscuros. El comedor interior cuenta con un espacioso sofá en forma de L y una cocina lineal que impresiona tanto por su tamaño como por su equipamiento. El frigorífico de tamaño completo es una clara declaración de la vocación del Invictus ST550 por los cruceros largos y sin compromisos. Las grandes ventanas laterales, de accionamiento eléctrico, inundan el espacio de luz natural y aire fresco, haciendo que el yate sea perfectamente habitable incluso sin aire acondicionado.

El Camarote Principal es el verdadero corazón de la zona de noche. Una suite de cinco estrellas, cuenta con una cama king-size central, un escritorio, un televisor retráctil y un cuarto de baño que rivaliza con los de las residencias más exclusivas. El mármol domina las superficies, mientras que la ducha separada con asiento integrado lleva el confort a otro nivel. El camarote VIP, también con cama doble y mobiliario refinado, mantiene un nivel igualmente alto, mientras que el tercer camarote, equipado con camas Pullman inusualmente anchas, ofrece un espacio versátil y acogedor. Aquí también destacan los detalles, como la presencia de una lavadora-secadora, una característica poco frecuente en esta categoría.

Los propietarios pueden elegir entre diferentes distribuciones, con dos o tres camarotes y el mismo número de baños, lo que les da libertad para adaptar el yate a sus propias necesidades, siempre con el denominador común del lujo y la atención artesanal al detalle que definen al Invictus.

Datos de la prueba Invictus ST550

Especificaciones técnicas