Nueva sede productiva para Sanguineti, que en los últimos días ha completado su traslado a una moderna planta situada en Casarza Ligure, en la provincia de Génova. La empresa del Grupo Quick cuenta ahora con una estructura de 8000 m² equipada con maquinaria de vanguardia, con un diseño pensado para maximizar la eficiencia y la capacidad productiva.
Desde su fundación en 1958, Sanguineti lleva décadas acompañando la transformación del mundo de la náutica y los superyates. Pero hay un elemento que se ha mantenido constante: el enfoque artesanal en el diseño, la ingeniería y la producción de equipos para superyates, auténtica expresión de la calidad manufacturera italiana. La calidad de los productos Sanguineti sigue conquistando a los astilleros más exigentes, especialmente aquellos que requieren componentes a medida y altamente personalizados. Pasarelas, plataformas, grúas para tenders, escaleras multifuncionales e incluso las icónicas sillas de director son componentes reconocibles y apreciados en yates y superyates que navegan por todo el mundo. Muchas de estas piezas pertenecen a ejemplares históricos botados hace seis décadas.
Hoy, en un contexto de crecimiento significativo de la demanda y tras la adquisición por parte de Quick Group en 2023, Sanguineti vive una nueva fase de transformación: el traslado a la nueva sede de Casarza Ligure, a pocos kilómetros de la histórica estructura de Chiavari, representa una etapa estratégica en su trayectoria de desarrollo. La operación supone una inversión total de más de 4 millones de euros, de los cuales 3 millones se destinan al desarrollo de infraestructuras y 1,6 millones a la adquisición de nueva maquinaria. Un proyecto ambicioso, llevado a cabo en un momento de extraordinaria expansión para la empresa, que ha visto cómo su facturación se ha más que duplicado en los últimos dos años. La nueva sede de producción ha sido diseñada hasta el más mínimo detalle para optimizar la distribución de los espacios de producción, las oficinas y las zonas exteriores, con el objetivo de aumentar la eficiencia y la flexibilidad, mejorando al mismo tiempo las condiciones de trabajo del personal altamente especializado.
«Sanguineti tiene una larga e increíble historia, y una sólida reputación por la calidad de fabricación y la artesanía de sus productos», comenta Simone Lorenzano, gerente con muchos años de experiencia en el sector de los superyates y nombrado director general de Sanguineti en febrero de 2025.
«Sin embargo, la capacidad de producción de la sede histórica de Chiavari era ya limitada. La incorporación al Grupo Quick ha abierto nuevas e interesantes oportunidades de inversión y desarrollo: hoy contamos con una sede moderna, diseñada a medida y con el doble de tamaño que la anterior. La nueva ubicación nos ha permitido permanecer cerca de nuestra plantilla y de los principales astilleros italianos, manteniendo vivo el espíritu artesanal de la empresa, además de permitir una estrecha colaboración con las demás empresas del Grupo».
La nueva planta de Sanguineti cuenta con una gama completa de tecnologías de vanguardia: fresadoras CNC, tornos, máquinas de corte por chorro de agua, todas ellas interconectadas digitalmente con la oficina técnica, además de una cabina de pintura de nueva construcción. La distribución de los espacios se ha diseñado para reforzar la sinergia entre los departamentos y mejorar el flujo operativo. Lorenzano destaca el salto tecnológico: «Ahora cumplimos plenamente con los estándares de la Industria 4.0, con importantes beneficios en los tiempos de producción, pero sobre todo hemos integrado esta evolución sin desnaturalizar nuestra identidad. Nuestros productos nunca son en serie: cada cilindro, pasarela o grúa es una pieza única o parte de una pequeña serie, fabricada con extremo cuidado».
Además del traslado físico a la nueva sede, Sanguineti ha puesto en marcha un plan de refuerzo de la plantilla, con el objetivo de aumentar la mano de obra. Los nuevos empleados estarán acompañados por trabajadores expertos, lo que garantizará la transmisión generacional de los conocimientos y competencias que han convertido a la empresa en un referente en el panorama náutico internacional. «Hoy en día, nuestro mercado principal son los superyates de entre 30 y 60 metros, pero ya estamos preparados para dar un salto de calidad», concluye Lorenzano. «Gracias a los nuevos espacios y a la maquinaria de vanguardia, somos capaces de abordar proyectos de más de 80 metros. La evolución forma parte de nuestro ADN y la nueva sede de Casarza Ligure representa un paso fundamental en nuestro camino».